Después de dos años de la pandemia de COVID-19, científicos de diferentes partes del mundo se reunieron nuevamente en los congresos anuales de la Sociedad Internacional de Terapia Celular y Genética (ISCT), y de la Sociedad Internacional de Vesículas Extracelulares (ISEV) celebradas el pasado mes de mayo en las ciudades de San Francisco (EEUU) y Lyon (Francia), respectivamente.
The Cells for Cells participó en ambas instancias a través de su director científico, el Dr. Maroun Khoury, quien presentó el innovador uso de las vesículas extracelulares como tratamiento de la artrosis de rodilla. La destacada investigación en fase de estudio clínico cuenta con la primera paciente, una mujer chilena, en recibir esta novedosa terapia única en el mundo. En San Francisco, el Dr. Khoury estuvo acompañado por Maximiliano Kunze, que forma parte del subcomité de Desarrollo de Negocios y Finanzas del ISCT.
En la reunión anual de la ISEV celebrada en Francia, Cells for Cells participó a través del Dr. Khoury, la investigadora principal, la Dra. Francisca Alcayaga, que también forma parte del Centro de Investigación e Innovación Biomédica (CIIB) de la Universidad de los Andes, y el asistente de investigación, Aliosha Figueroa. Figueroa presentó los resultados del estudio realizado en modelos preclínicos para artrosis, que mostraron excelentes resultados tras ser tratados con exosomas.
“En los últimos años, nuestro grupo ha estado trabajando con vesículas extracelulares pequeñas derivadas de células menstruales, que tienen un efecto antitumoral en diferentes tipos de cáncer. Este efecto se debe principalmente a que inhiben la formación de vasos sanguíneos (efecto antiangiogénico) que alimentan y oxigenan el tumor, provocando (en consecuencia) la muerte de la masa tumoral. Durante el congreso de la ISEV, presentamos además el mecanismo de acción de estas vesículas extracelulares, es decir, cómo estas vesículas inducen este efecto antiangiogénico”, explicó el investigador.
Por otro lado, los investigadores presentaron el desarrollo de un medio de cultivo para la producción de pequeñas vesículas extracelulares, que por sus características químicamente definidas y libres de derivados animales, mejora el estándar de calidad para las potenciales aplicaciones clínicas de estas pequeñas vesículas. Para Aliosha Figueroa, quien obtuvo una beca del ISEV para su participación, “estas instancias nos permiten presentar nuestros resultados y avances a la comunidad científica especializada, discutirlos y recibir retroalimentación que puede ser muy relevante para seguir mejorando. Para nosotros es importante mostrar lo que estamos haciendo en Chile con las vesículas extracelulares en el tratamiento de la artrosis, que es algo que probablemente nadie más en el mundo está haciendo”, aseguró.