Las terapias celulares presentan un gran potencial para satisfacer necesidades médicas no cubiertas. Entre todos los tipos de células, las células madre mesenquimales (CMM) presentan características únicas para tratar una amplia variedad de enfermedades.
Cada vez hay más datos que sugieren que las ventajas terapéuticas de las células madre mesenquimales son atribuibles a la liberación de componentes solubles y exosomas, que desempeñan un papel esencial en el desarrollo de la respuesta inmune. Los exosomas son vesículas extracelulares pequeñas liberadas por las CMM y tienen el potencial de servir como “vehículo ideal de administración de fármacos” debido a propiedades deseables, como su baja inmunogenicidad, su capacidad de transportar moléculas de forma eficaz, su interacción precisa con las células diana y, fundamentalmente, su facilidad de manipulación para generar terapias personalizadas.